Diferencias entre Reino Unido y Latinoamérica en networking, ambientes y trayectorias profesionales
- ALZAnetworks

- 1 jul
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Actualizado: 27 nov

Por la Dra. Sofía Collignon
Introducción:
En este texto, la Dra. Sofía Collignon reflexiona sobre los contrastes culturales entre el Reino Unido y América Latina en la construcción de redes profesionales, y cómo estos modelos afectan la movilidad social, la confianza y las oportunidades. Desde su experiencia personal como académica inmigrante, ofrece una mirada crítica y honesta sobre el significado del networking y el desafío de resignificarlo colectivamente.
Quiero empezar platicándoles una experiencia concreta de mi llegada al Reino Unido.Cuando estaba estudiando mi doctorado, fui invitada a un evento de relaciones externas. La sala estaba llena de profesionales, todos con su copa de vino en la mano. No conocía a nadie, así que me quedé parada en una esquina sintiéndome rarísima. Luego otra invitada se acercó y me preguntó algo irrelevante, me agarré a la conversación como de un salvavidas. Después de un rato, me preguntó muy directamente a qué persona importante necesitaba ir a conocer. Casi me muero…
Lo que encontré en ese evento fue un networking muy distinto al que yo conocía en México y que es común en América Latina. Allá, estamos acostumbradas a hablar con calidez, a preguntar por la familia, a quedarnos conversando más allá del tiempo formal. Aquí, en cambio, me encontré con un ambiente mucho más estructurado, breve y directo.
Además, me di cuenta de que, para mí, la palabra networking tiene una connotación negativa. En América Latina, muchas veces asociamos el networking con “palancas”, “acomodos” o con prácticas poco meritocráticas. Históricamente, tener contactos podía significar acceso privilegiado a recursos o posiciones que no estaban disponibles para todas. Y eso genera la sensación de que el networking reproduce desigualdades, en lugar de abrir oportunidades.
Pero el networking no tiene por qué ser un sinónimo de privilegio. La diferencia está en cómo configuramos nuestras redes y en qué acceso tenemos a las redes de otros.
En el Reino Unido, se privilegia el respeto al tiempo, la discreción, el “follow-up” inmediato por LinkedIn o email. En América Latina, en cambio, el networking se vive como un proceso relacional. Antes de hablar de negocios, primero hay que generar confianza. ¿Por qué?
De acuerdo con el World Value Survey, solo el 20% de los latinoamericanos dicen confiar en otros. Así que para generar confianza personal necesitamos invertir tiempo, cercanía y, muchas veces, compartir espacios fuera del ámbito laboral.
Diferencias culturales en la formación de redes sociales afectan el acceso que tenemos y que le damos a otros a oportunidades. Por ejemplo, cuando hago investigación aquí, puedo mandar un correo a gente que no conozco y recibir una respuesta. En México, necesito que alguien cercano a quien quiero contactar nos presente primero. A pesar de ser mexicana, he encontrado más fácil acceder a contactos aquí que allá.
La investigación en redes sociales (i.e. Burt; Granovetter) habla de la “fuerza de los lazos débiles”. Son conexiones más superficiales o casuales con personas que no vemos con frecuencia pero que sirven como puentes entre diferentes redes sociales. Estos lazos débiles permiten el acceso a información nueva y oportunidades que de otro modo no estarían disponibles dentro de nuestro círculo inmediato, siendo cruciales para la movilidad social y la difusión de ideas. En contextos más abiertos como el británico, los lazos periféricos pueden ser clave para nuevas oportunidades.
Sin embargo, la Comisión de Movilidad Social ha demostrado que el Reino Unido sigue teniendo barreras invisibles: el acento, la universidad de origen y que incluso los códigos culturales influyen en las trayectorias profesionales. En UK, podemos tener igualdad formal de oportunidades, pero desigualdad en las habilidades sociales necesarias para navegar el sistema.
En cambio, en sociedades jerárquicas como muchas latinoamericanas, nuestras redes suelen ser más cerradas: seguras, sí, pero limitadas en diversidad de información. La movilidad profesional depende no solo del mérito, sino del capital social acumulado: quién te recomienda, quién te abre la puerta, de qué familia vienes. Estudios de la CEPAL y el BID lo muestran: la movilidad social en la región es baja y las redes familiares/profesionales juegan un papel decisivo.
Así que en Reino Unido el networking es un puente hacia recursos externos mientras que en LatAm, es una red de protección y apoyo.
Cuando llegamos al Reino Unido como inmigrantes, tenemos pocos lazos débiles o periféricos y nuestra red de protección y apoyo también está limitada. Ambos contextos presentan barreras invisibles. Y aquí nosotras, como mujeres profesionales latinoamericanas en el Reino Unido, podemos reconocerlas y aprender a navegar entre ellas.
La pregunta es: ¿cómo aprovechar estas diferencias a nuestro favor?
La respuesta está en combinar lo mejor de ambos mundos. Del Reino Unido, podemos aprender la eficiencia, la claridad en los objetivos, la capacidad de mantener redes amplias y diversas. De América Latina, podemos traer la calidez, la construcción de confianza, y el compromiso a largo plazo con nuestras comunidades.
Nuestro reto hoy, como grupo, es resignificar el networking: dejar de verlo como un interés individual y convertirlo en un acto de solidaridad estratégica.
Quiero proponerles algo muy concreto para este evento:
- Que cada una de nosotras salga hoy con al menos dos nuevas conexiones.
- —Pero no cualquier conexión: una que nazca de la curiosidad genuina, del interés real en la otra persona y con la intención de construir una relación que dure más allá de esta sala.
Porque cuando una mujer latina abre camino, no lo hace sola: lo hace para muchas más.
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Sobre la autoraSofía es Reader en Política Comparada en la Queen Mary University of London y directora del Mile End Institute. Su investigación se centra en los grandes desafíos de la democracia contemporánea, en particular en la violencia y el acoso en la vida pública.
Ha asesorado a parlamentos y gobiernos en el Reino Unido y Europa, y su trabajo sobre representación política, desinformación y violencia de género en la política ha sido ampliamente publicado y reconocido a nivel internacional.
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